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Putin ordena captura de premier de Estonia, tras “animarle” Trump a que ponga orden

Sin quitar las garras de Ucrania, Rusia vuelve sus ojos amenazantes sobre otras tres exrepúblicas soviéticas, Estonia, Lituania y Estonia, así como sobre Polonia, sólo pocos días después de que Donald Trump “animara” a su admirado Vladímir Putin a que hiciera con los países europeos de la OTAN “lo que le venga en gana”, si no se ponen al día en sus pagos con la alianza militar defensiva.

Este martes, el Kremlin publicó una orden de detención contra la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, así como a decenas de parlamentarios y funcionarios locales de las tres pequeñas repúblicas bálticas y de Polonia, por borrar el pasado común soviético.

“Esto es solo el comienzo”

“Se debe responder por los crímenes contra la memoria de quienes liberaron el mundo del nazismo y el fascismo. Y esto es solo el comienzo”, advirtió amenazante la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.

Por su parte, el portavoz del presidente Vladímir Putin, Dmitri Peskov, acusó en rueda de prensa a los países bálticos de “acciones hostiles contra la memoria histórica” de la extinta URSS.

Según informa el diario digital Mediazona, que tuvo acceso a la base de datos, la razón en el caso de Kallas es la retirada en agosto de 2022 de un tanque soviético de la ciudad de Narva, fronteriza con Rusia, junto a otros monumentos de la época.

Kallas, de 46 años, es una de las voces más firmes en el seno de la Unión Europea (UE) y de la OTAN en favor del suministro de armamento a Ucrania y del endurecimiento de las sanciones contra Rusia. En enero de 2021 se convirtió en la primera mujer que encabeza el Gobierno del país báltico, cargo que renovó al ganar su partido las elecciones legislativas celebradas en marzo del pasado año.

Además, fueron declarados en busca y captura el secretario de Estado de Estonia, Taimar Peterkop, y el ministro de Cultura de Lituania, Simonas Kairys.

Mediazona precisa que la lista incluye también a 59 de los 68 diputados del Parlamento letón por votar a favor de la denuncia del tratado con Rusia para la conservación de monumentos.

Debido al desmontaje de un monumento soviético en Riga, 15 diputados municipales de la capital letona fueron incluidos también en la lista, al igual que los exministros de Interior, Finanzas, Justicia o Agricultura.

Mediazona también menciona a varios funcionarios polacos en busca y captura como el alcalde de la ciudad de Walbrzych, Roman Szelemej, o al presidente del Instituto de Memoria Nacional, Karol Navrotsky.

“Mi madre y mi abuela fueron deportadas a Siberia”

La orden de detención está cargada de simbolismo y propaganda destinada al público ruso. Sin una solicitud de extradición, esta medida solo se aplica en territorio ruso y es improbable que los políticos europeos pisen el país con Vladímir Putin en el poder, quien sí tiene una orden de detención del Tribunal Penal Internacional en su contra por la deportación forzosa de niños ucranios.

“La orden rusa no es nada sorprendente —reaccionó Kallas a través de su perfil en X—. Esto es una prueba más de que estoy haciendo lo correcto: el apoyo firme de la Unión Europea a Ucrania es un éxito y perjudica a Rusia”.

La líder estonia acusa a la dictadura rusa de “ocultar su represión tras los organismos encargados de hacer cumplir la ley” tras apuntar que no es una práctica nueva.

“Cuando mi madre y mi abuela fueron deportadas a Siberia, el KGB publicó su orden de arresto”, rememoró Kallas.

Traición al imperialismo ruso

Putin, quien siempre ha lamentado que “la mayor tragedia geopolítica del siglo XX fue la desintegración de la Unión Soviética”, no oculta su ambición de reconstruir el antiguo imperio que orbitaba sobre Moscú.

Además de la invasión de Ucrania y la anexión de un tercio de su territorio, el régimen ruso ha armado a separatistas en Georgia y Moldavia, mientras que sube el tono de sus amenazas hacia países europeos de su antigua esfera de influencia, pero que se pasaron al “bando enemigo” en cuanto tuvieron la oportunidad.

Polonia se incorporó a la OTAN en 1999, mientras que Estonia, Lituania y Letonia hicieron lo propio en 2004.

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